
Atenas se metió en la fase Campeonato del Torneo Federal A con una segunda rueda casi impecable. Necesitaba 18 puntos para clasificarse y sacó 19
No importa como empiece, sino como termina. A esa premisa deportiva se aferró Atenas en este Federal A. El “Albo” consiguió una clasificación que solo estaba en las esperanzas de unos pocos el 12 de mayo, día en que cerró la primera rueda de la zona 2 al perder 1 a 0 con Juventud Unida en San Luis. En dos meses, el equipo dirigido por Gastón Leva transformó a los fantasmas del descenso en ilusiones de futuro.
Ese 12 de mayo, Atenas culminó la primera rueda con seis puntos sobre 24 posibles. El saldo: dos triunfos y seis derrotas, con seis goles a favor y diez en contra. Fue el séptimo equipo de la zona, solo por delante de Gutiérrez de Mendoza. En la segunda, el Albo fue el mejor de todos, con 19 unidades. Ganó seis partidos, empató uno y solo cayó con Ciudad de Bolívar. De visitante fue inobjetable: cuatro victorias en cuatro presentaciones. Marcó once goles y recibió cuatro.
Dos pilares sustentan la base de la premisa con la que comienzan estas líneas: paciencia y confianza. El desarrollo de un proyecto suele ser clave para que se vean los frutos, requiere de tiempo. Después de caer como local en la tercera fecha ante Huracán Las Heras, Leva fue despedido con improperios de alguna parte de la hinchada. Pasó algo similar en el entretiempo del partido por la quinta fecha ante Estudiantes de San Luis (a la postre la primera victoria). La dirigencia lo sostuvo en el cargo pese a que el panorama era complejo. La paciencia ante la tentación de dejarse llevar por esa marea que representa el público. “Nosotros creemos en el trabajo que venimos haciendo”, contestaba el DT ante cada consulta. Esa confianza demostró su certeza en este final. Sirvió también para que el conjunto no sintiera las bajas de jugadores importantes como Marcelo Banítez (todavía goleador del equipo) y Agustín Mansilla.
¿Qué cambió de una rueda a la otra? Quizás lo más notorio pasó en las áreas. Al fútbol se gana con goles, los que se hacen y los que se evitan. Atenas fue más eficaz en la segunda rueda y sus rivales lo fueron menos. Acertó más en el área de enfrente y se equivocó menos en la propia. De pronto el equipo se destrabó y aquellos partidos parejos que caían del otro lado, empezaron a caer de este.
Ahora vendrá la fase campeonato. Atenas la transitará con la tranquilidad de tener el boleto para una temporada más en el Federal A. El “Albo” consiguió otra vez el objetivo de sostenerse, ese que parecía lejano hace dos meses atrás.
Del Autor
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