Desigualdades fantasmas

Mientras las deportistas ganan ocho veces menos que sus pares masculinos, el presidente argentino dijo que la inequidad entre hombres y mujeres no existe 

“Somos las deportistas mejor pagadas, y es un deporte global enorme, pero al mismo tiempo, la brecha salarial sigue siendo muy grande”, le dijo la tenista Jesica Pegula a la revista Forbes en septiembre del año pasado. La nota es sobre el ranking de las deportistas que más dinero ganaron en 2023, que es encabezada por las tenistas. De hecho, la que gane el Abierto de Australia que se está disputando en estos días, se llevará el mismo monto de dinero que su par masculino. Así y todo, la jugadora estadounidense (hija del dueño del equipo de fútbol americano Buffalo Bills) remarcó que esa equidad se produce en muy pocos torneos.

La polaca Iga Swiatek, número uno del ranking femenino de la WTA, fue la deportista que más dinero recaudó en 2023 con 23,9 millones de dólares. De ese monto, 9.2 fueron premios obtenidos por su participación en el circuito, en un año en el que ganó 63 de los 74 partidos que disputó. Novak Djokovic, el que más recaudó entre las raquetas masculinas, ganó un 64% (15.1) más habiendo jugado 61 partidos y triunfado en 55. El serbio es el tenista activo que más arriba está en la lista total de atletas con un total de 38.1 millones.

La clasificación de Forbes, publicada en mayo del 2023, muestra que los 20 mejores atletas masculinos en la clasificación sumaron 1.900 millones de dólares -más de ocho veces lo que ganaron las 20 mejores mujeres- y la diferencia se hace aún más marcada a partir de ahí. Durante la temporada 2023-24, 60 jugadores de la NBA ganarán más que Swiatek sólo con sus salarios, según el sitio especializado en finanzas deportivas Spotrac.

En junio del año pasado, en Argentina, el sueldo mínimo de las jugadoras de la liga femenina de fútbol ($75.000 según Futbolistas Agremiados), estaba por debajo de lo que marcada el Salario Mínimo Vital y Móvil ($87.987). Según un informe de Chequeado.com, en ese periodo, la brecha salarial entre el fútbol femenino y el masculino era del 40,5%. A eso se le debe añadir que un 40% de las futbolistas todavía sigue siendo amateur.

Un amante del liberalismo de mercado dirá que esas diferencias son acordes al dinero que producen jugando, es decir, cuanto aportan al negocio del fútbol. Pero allí no se tienen en cuenta la desigualdad de condiciones en cuanto a los horarios y los escenarios en los que juegan. En general, los partidos de la liga femenina se disputan en momentos marginales (a la mañana) y rara vez se hacen en las canchas principales. Sucede algo similar en la Liga Regional de Río Cuarto. Son contadas las veces que el equipo femenino de Estudiantes puede pisar el Candini.

En ese contexto, el presidente argentino pasó por el Foro Económico de Davos. Entre tantas cosas que dijo, las cuales según el diario La Nación causaron estupor y sorpresa, sostuvo que la desigualdad entre hombres y mujeres no existe. Con un traje negro y corbata satinada al tono, algo despeinado y con su clásica pose “trumpista”, se dispuso a “retar” a los poderosos del mundo. En medio de teorías anacrónicas sobre el socialismo y comparaciones incongruentes entre el progresismo y el nazismo, el “León de la rosada” acusó al neomarxismo de poner en agenda el tema del fenimismo y la supuesta desigualdad. Se ve que nadie le avisó que el propio Foro (centro neurálgico del neoliberalismo) viene trabajando en el tema desde hace un tiempo. Tampoco tuvo en cuenta que la última ganadora del nobel de economía, Claudia Goldin, se especializa en la infrarrepresentación femenina y los menores salarios de las trabajadoras en el mercado laboral. Se ve que tampoco mira mucho deporte, porque con solo darle una leída a un artículo de la revista Forbes, podría haber elegido otros tópicos sobre los cuales fantasear con los peligros de un retorno de la Unión Soviética.

Del Autor   

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