
Argentina se quedó afuera de un mundial tras 40 años. No ver al equipo en unca cita máxima será una experiencia nueva para dos generaciones, acostumbradas a la “Generación Dorada” y sus mieles. La última vez que pasó fue en un contexto distinto, en el que, por ejemplo, no existía la Liga Nacional
“No me la container”, le dice un chico de 20 años a su amigo; “¿Me estás jodiendo?”, comenta una chica de alrededor de 30; “No te puedo creer”, comenta un muchacho de 40. Esas fueron las expresiones que surgieron el domingo a la noche, tras confirmarse la no clasificación de Argentina al mundial de básquet 2023. Pasaron 40 años de un hecho similar, nadie estaba preparado para algo así y pocos tienen experiencia en vivir un torneo internacional sin la albiceleste.
No es la primera vez que Argentina se queda afuera de un mundial de básquet, pero si la primera desde que pareció subirse al primer nivel internacional. Los motivos de la eliminación son diversos y hay muy buenos análisis realizados por colegas que están muy cerca del mundo de la “americana” (algunos de ellos están citados al final de este artículo).
La eliminación pica porque pasó mucho tiempo de la última vez que ocurrió. Entre 1982 y 2023, corrió mucha agua abajo del puente y el mundo del básquet es otro. No existía la Liga Nacional, Ginóbili tenía cinco años, la NBA no participaba de los mundiales y existían las potencias socialistas (U.R.S.S y Yugoslavia).
El escenario de aquella eliminación también tuvo al Atlántico de testigo, solo que del otro lado del Río de Plata. En julio de 1981 se disputó en Montevideo el Sudamericano, clasificatorio para el mundial de Colombia. Argentina venía de sufrir un duro golpe dirigencial, no deportivo. En 1980 había conseguido la clasificación a los Juegos Olímpicos de Moscú, pero vino el boicot occidental y ese equipo no pudo viajar.
Todo lo bueno que se había hecho en el Preolímpico no pudo ser aprovechado. Para certamen, Argentina contó con el asesoramiento de Ranko Zeravica, un venerado entrenador yugoslavo que después se llevó la medalla de oro con su selección en la capital rusa. El técnico era Miguel Ángel Ripullone, que pudo organizar el trabajo del equipo a largo plazo. Además, tuvo una buena camada de juveniles que venía de ser tercera en el mundial de su categoría. Pero en 1981 todo se derrumbó. Zeravica volvió a su tierra, Ripullone falleció y hubo varias lesiones en el plantel.
El equipo se las arregló para llegar a la final con Uruguay, el gran rival que tenía el certamen, porque Brasil ya estaba clasificado. Dicen las crónicas que el encuentro fue parejo, pero que los dirigidos por Raúl García (Paradojas del destino, otro García dando vueltas) cayeron por 89 a 84. El equipo estuvo conformado por: Miguel Cortijo, Carlos Raffaelli, Jorge Martín, Adolfo Perazzo, Luis González, Carlos Romano, Gustavo Aguirre, Rubén Fernández, José Pagella, Carlos Pelladini, Fernando Prato y Luis Oroño.
En el mundial, Unión Soviética se consagró campeón tras vencer por un punto (95 -94) a Estados Unidos, en un duelo con tintes de Guerra Fría. Anatoli Myshkin y Vladimir Tkachenko comandaron a los del este, que contaban con un joven Arvydas Sabonis. En el equipo norteamericano, jugaban Doc Rivers y Antoine Carr. Yugoslavia terminó tercero y España cuarto. Sería el último título para los del Martillo y la Hoz.
Después de la eliminación, el panorama fue similar al que podría venir ahora en cuanto a lo competitivo. El equipo estuvo 617 días sin jugar de manera oficial y no se clasificó a los Juegos Olímpicos siguientes (Los Ángeles 1984).
Por muy distintas que sean las realidades entre 1982 y 2023, hay algunos puntos de contacto entre ambas eliminaciones. El proceso clasificatorio tuvo muchas complicaciones. Algunas de ellas imponderables, otras generadas desde adentro. Una de las grandes coincidencias es la falta de una competencia interna fuerte. En aquel momento no existía la Liga Nacional y ahora, si bien existe, está muy lejos de su zénit.
Tras la eliminación, vinieron años complejos, pero al final del túnel apareció la luz. Llegó la Liga Nacional, la selección se fue consolidando como algo importante, el potencial de los jugadores creció y también el de los entrenadores. Todo eso tocó su cumbre en la primera década de este siglo. Desde allí, todo empezó a ir en descenso.
Los problemas dirigenciales afectaron a la selección y a la Liga. No ayudó que el país entrará en una crisis económica que lleva más de diez años. A veces, como en el caso del fútbol, todas estas cuestiones no estallan en lo deportivo. En el caso del básquet, esto no fue así. Los problemas internos se combinaron las complicaciones externas y todo explotó con la eliminación. La cuestión para el básquet será, si es capaz de dejar atrás el golpe y sacarle provecho, tal como se lo hizo en 1982.
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