BMX y algo más

La cuarta fecha del torneo local fue el eje de una reunión que tiene mucho de ritual familiar. Desde un diente que quedó en la pista, hasta un piloto que prefirió dormir la siesta antes salir a pedalear

“Después le escribimos al ratón Pérez para decirle que venga a buscar el diente acá”, la frase pertenece a la madre de un piloto de BMX y fue dicha en la pista del polideportivo municipal. Fue una de las tantas historias que dejó la cuarta fecha del torneo local, organizado por la Comisión de Padres. El pedalista tenía un diente de leche flojo y lo perdió en pleno desarrollo de una de las mangas.

Así de familiares y cotidianas son las jornadas del torneo local. Todo comienza unos días antes cuando comienzan a armarse los listados de las distintas categorías y finaliza cuando cae la tarde, después de más de 20 pruebas entre mangas y finales, que incluyeron a 75 pilotos de la ciudad y otros puntos de la provincia. Está claro que hay un componente competitivo, pero lo más importante del evento pasa por otro lado.

Al lado de la pista se construye una especie de calle de boxes regada de bicicletas

Desde sus orígenes el deporte ha tenido mucho de ritual. La competencia que se lleva a cabo es en realidad el eje de una ceremonia en la que se producen distintas prácticas simbólicas. Así, más allá de lo que suceda en la pista, alrededor de ella van pasando cosas muy interesantes. Desde el olor de la parrilla al ruido secó -como de chicotazo- del partidor, todo forma parte de ese contexto particular.

Desde la mañana temprano, antes de que empiecen los entrenamientos, comienza la llegada de los pilotos y las familias. Se prende el fuego en la cantina, se colocan los gazebos para protegerse del sol y se deja la pista en condiciones. A los pocos minutos, el espacio entre la pista, el velódromo y las canchas de básquet, se convierte en una suerte de calle de boxes. Bicicletas dadas vueltas y herramientas llenan el lugar, así como también los termos y los mates cebados. Chicos y chicas de todas las edades pululan de un lado al otro, sin poder contener la ansiedad característica de esa época de la vida. Padres, madres, hermanos, abuelos y amigos conversan sobre BMX y el devenir del mundo en general.

“Somos una especie de familia muy grande. Nos conocemos todos”, dice uno de los padres que se acerca a conversar. Le pareció raro ver a un desconocido sacando fotos y caminando como si fuera la primera vez que participa del “ritual”. “Para nosotros es un sábado que podemos compartir. Lo acompañamos a él (señala a su hijo) y estamos todos juntos”, añade.

Desde temprano, las familias se instalan alrededor de la pista

Las competencias comienzan con las tribunas ya colmadas. Juan Pablo Bruno, uno de los profesores de la escuela, oficia de maestro de ceremonia anunciando las mangas y nombrando a los participantes. A su modo, también relata las carreras. Mientras tanto, en la otra punta de la pista, dos parejas de mujeres llevan a cabo una de las tareas más importantes. Son las “llegadoras” y tienen a su cargo la tarea de apuntar los resultados. Esperan a los pilotos en la línea de llegada y anotan el orden. Actividad para nada sencilla cuando las pruebas tienen finales cerrados.

Las familias de los pilotos cumplen una función crucial. No sólo acompañando, sino también ocupándose de cuestiones importantes como, por ejemplo, en el caso de las Camicletas. Los y las niñas, menores de cinco años, tienen inconvenientes para poder superar las subidas que presenta la pista y allí aparece un papá bien dispuesto para empujar a su hijo y ayudarlo a remontar la cuesta. Además, deben estar atentos porque a veces, los pilotos de estas categorías deciden que es más importante dormir la siesta que salir a pedalear.

Los más pequeños se llevan todas las miradas

La actividad se frena por un momento entre las mangas clasificatorias y las finales. La cantina se vuelve el epicentro, desplazando a la pista. Algunos pilotos aprovechan la sombra para tomar un poco de aire y distraerse, otros ni siquiera desmontan de sus bicis. “Probó con el fútbol y la natación, pero no le gustaron. Lo trajimos acá a la escuela y enseguida agarró viaje. Hacía dos meses que había aprendido a andar en bici y al poco tiempo ya se estaba tirando de allá arriba”, dice Yanina, señalando a su nieto que se está ubicando en el partidor a la espera de que se reanude la acción.

Las finales y la premiación anuncian el cierre de la jornada. Poco a poco se desarman los gazebos y se deja la pista en condiciones para lo que será el comienzo de una nueva semana de práctica. El ritual termina, no sin antes empezar a definir cuando será el próximo encuentro. A parte de todo eso, hubo una competencia y los siguientes fueron los resultados.

Novicios hasta 7 años: 1º Gael Schneider, 2º Facundo Palacio Pereyra Y 3º Valentino Mollea

Novicios 8 años: 1º Matías Grandis, 2º Santiago Carbinetti, 3º Cristóbal Galaz

Novicio 9 Y 10 años: 1º Jerónimo Beviacqua Chiecher, 2º Felipe Palacio Pereyra, 3º Lautaro Alaniz

Novicios 11 Y 12 años: 1º Joaquín Vargas, 2º Emilio Brito, 3º Federico Víctor Hege

Novicios 13 años y más: 1º Bautista Serra, 2º Román Lescano, 3º Lihuel Rodriguez

Damas: 1ª Josefina Della Mea, 2ª Violeta De La Reta Y 3ª Nina Beccaria Guitelman

Expertos 8 Y 9 años: 1º Bastián Degiovanni, 2º Tahiel Porrino

Expertos 10 años: 1º Tomas Grivarello, 2º Valentín López Martínez, 3º Lisandro Bonet

Expertos 11 Y 12 años: 1º Manuel Oviedo, 2º Facundo Larrieu, 3º Ignacio Pertegarini

Expertos 14 Y 15 años: 1º Valentín Quevedo, 2º Valentino Rivas Y 3º Lautaro Briones

Elite: 1º Federico Capello, 2º Yamil Cafa, 3º Joaquín Salum.

 

El Campeonato local de BMX continuará el 12 de noviembre y cerrará el año deportivo el 3 de diciembre. 

 

Del Autor

Fotos: Tinta Deportiva