Atenas

Atenas, 30 años después

Esta semana se cumplió un nuevo aniversario redondo del regreso del Albo a las vueltas olímpicas en la Liga Regional. Fue en 2002, con José Sebastián Echeverría en el banco. Hoy en Números de Campeón repasamos aquella campaña

En el año 2002, resultaba difícil mirar a un hincha de Atenas y no enternecerse. El tipo seguía yendo al 9 de Julio con todas las ganas, buscando una alegría que no se daba desde hacía 30 años. En 1972, el Albo había dado su última vuelta olímpica en el fútbol local y luego llegó una sequía impropia para uno de los clubes más tradicionales del balón pie de estos lares.

Todos los que tienen algún conocido con campo, saben lo que sufren esas personas durante una sequía. Son días y días mirando al horizonte, esperando algún designio de la naturaleza que les indique la llegada de la lluvia. Escaneando con ojo clínico los pronósticos y deseando que por fin anuncien, aunque sea un milímetro. Bueno, así andaban los simpatizantes del Albo por aquellos tiempos. Para colmo, en el medio del trayecto, Atenas estuvo cerca del descenso y su estadio fue utilizado para domadas y carreras de motos. En 1980 el equipo ganó la liguilla, pero ese título no fue oficializado por la Liga y después Acción Juvenil se terminó coronando.

Sobre finales de los 90 las cosas empezaron a mejorar. Con Jorge Alonso y luego Ignacio Echevarría como presidentes, el Albo comenzó a crecer, futbolística e institucionalmente.  Luego de dos frustraciones consecutivas en playoffs ante Estudiantes, los de la Marconi se sacaron la pesada herencia de 30 años sin títulos y dieron el puntapié inicial de una era dorada.


Al estilo de Ángel Labruna, que cortó la racha de 18 años de River, o Reinaldo Merlo en Racing, José Echeverría se metió en la historia del club, al romper el maleficio.  No era la primera vez del Cacho en el Albo, antes había sido el encargado de salvarlo del descenso.


El DT armó un equipo con varios de los apellidos que ahora son héroes de la mitología ateniense. Cristian Zúñiga, Diego Escobar, Darío Zarate, Juan Lapis, Leonardo Gazzotti, Carlos Oyola, Juan Velázquez y Diego Brito entre otros, fueron los destacados en ese conjunto que sólo perdió tres encuentros en todo el certamen.

El inicio del camino al título fue un emotivo empate 4 a 4 con Acción Juvenil. Después llegó un triunfo en el clásico ante Estudiantes. Con varios empates, el equipo consiguió meterse en los playoffs.

El certamen se jugó a una rueda todos contra todos, a excepción de los clásicos, que si se disputaron a ida y vuelta. Luego llegaron los playoffs. En la primera llave, Atenas despachó a Municipal de Adelia María. Después siguió Talleres de las Acequias. Primero fue 2 a 2 de visitante y luego 3 a 2 de local. En semifinales llegó Banda Norte y el duelo fue tremendamente emotivo. La ida fue 0 a 0 en el 9 de Julio y la vuelta 2 a 2 en el Parque. En los penales fue 6 a 5 para los de Echeverría.


La definición fue contra el mejor equipo de ese año, Ateneo Vecinos de General Cabrera. El primer encuentro se jugó en el 9 de Julio y terminó 2 a 2. La vuelta fue 1 a 0 para el Albo con gol de Nicolás Audisio.
La caravana ateniense comenzó en Cabrera y terminó en la plaza Roca. El campeonato fue como la lluvia mojando la tierra reseca.


Ese título fue la piedra fundacional de un nuevo tiempo, en el que vendrían más campeonatos y el arribo a los certámenes federales. Cómo en Grecia, atrás quedó la época oscura y se abrieron las puertas de la época clásica.

Del Autor

Tinta Deportiva es un espacio que mira al deporte desde lugares diversos. En sus textos aparecen historias, relatos, números y voces que aportan ideas para pensar lo que pasa adentro, afuera y alrededor de una cancha. Se trata de una invitación a sumarse a una comunidad que comparte una perspectiva multiforme de lo que es el “deporte”. El contenido del blog está siempre disponible para todos aquellos que quieran curiosear y ver de qué se trata. Podés suscribirte y hacer un aporte de $150 para que este espacio siga creciendo.