Construir desde el sintético

Jerónimo Antuña, coordinador de la Escuela Municipal hockey, nos cuenta cómo funciona un espacio que alberga a casi 200 personas reunidas por alrededor del palo y la bocha

El deporte puede ser muchas cosas, desde un gran negocio hasta un entretenimiento. También una herramienta para formar a las personas. Esa es la línea central que vertebra la tarea que se realiza en la Escuela Municipal de hockey sobre césped que funciona desde 2016. “Se trata de generar el espacio para que los chicos se sientan contenidos, que disfruten y, sobre todo, puedan sociabilizar a través del deporte”, dice Jerónimo Antuña, coordinador de la Escuela, mientras una de sus alumnas más pequeñas se acera y le pide que le ajuste un nuevo cubregrip a la empuñadura de su palo. Esa escena es una de las muchas que aparecen, al hacer un paneo por el sintético del Polideportivo Municipal. Grupos de personas de distintas edades confluyen realizando distintos ejercicios entre conos y tortuguitas, con una banda sonora compuesta por los clásicos sonidos que desprenden la bochas al ser golpeadas por los palos.

Ese paisaje está compuesto por alrededor de 200 personas que integran los tres niveles con los que trabaja la escuela: Infantiles (entre 6 y 12 años), Juveniles (13 a 17) y mayores. El proyecto comenzó en 2016, como parte del desarrollo de las Escuelas Deportivas Gratuitas que lleva a cabo la Secretaría de Deporte y Turismo de la municipalidad. En esa instancia inicial, las actividades apuntaron al bloque de Infantiles. “Se fueron sumando más chicos y chicas y también fueron creciendo los integrantes del primer grupo. Por eso, cuando volvimos tras la pandemia, tuvimos que abrir el bloque Juveniles y después ya empezar a trabajar con las mayores”, explica Antuña y agrega que esa mixtura de edades genera un contraste de experiencias que es muy rico para todos los integrantes del proyecto.  “Tenemos una convivencia muy linda entre los diversos grupos. Se ha generado un clima muy bueno de apoyo constante entre todos. Se está formando una especie de club dentro del espacio, que representa a la secretaría”, añade.

El proyecto tiene una pata territorial muy importante. Las actividades no sólo se desarrollan en el Polideportivo, sino que también en las instalaciones del Centro Social, Cultural y Deportivo Ex Matadero en el sur de la ciudad. En el playón de deportes que allí funciona, Antuña les recomendó que dibujarán los semicírculos de las áreas de hockey. Son 2 los chicos y chicas que allí juegan. “Estamos tratando de que se puedan cruzar los dos grupos. Que desde allá vengan al poli y desde el poli ir para allá”, comenta Antuña.

La mística del club es una de las aspiraciones de este tipo de proyectos municipales. Genera un tipo de identificación muy fuerte que permite que la iniciativa se sostenga en el tiempo, más allá de que cambien los protagonistas. Es la forma en la que han nacido varias de las instituciones que participaron y participan de los certámenes de la Asociación Civil Regional Amateur de Hockey del Sur de Córdoba.  Ese es el próximo objetivo que tiene la escuela. “Queremos armar una estructura competitiva para empezar a participar de los torneos de la Acrahsc en 2023”, explica Antuña, mientras saca de una bolsa la camiseta azul y verde, que será la vestimenta oficial de los equipos.

La Escuela ya viene relacionándose con los clubes de la región que forman parte de la Acrahsc. El espacio está abierto para que jugadoras de estas entidades que viven en Río Cuarto puedan entrenarse en la semana para poder participar de los encuentros los fines de semana. “Hoy son 15 las chicas que entrenan con nosotros. Es importante porque hay veces que las chicas se vienen a estudiar acá y tienen que dejar de jugar en sus equipos porque no pueden estar en la semana. Es importante aclarar que se les da el espacio y no se las compromete a que, el día de mañana, cuando nosotros entremos en el torneo, compitan en nuestro club”, comenta Antuña.

Las diferencias de edades y experiencias adentro del grupo plantean también un desafío para quienes forman el equipo de trabajo. “Nos pasa que vienen jugadoras de todas las edades y muchas veces es su primera clase. Pero tenemos hoy un grupo de profes que se vinculan muy bien con la práctica y trabajan siempre con la meta puesta en el desarrollo, pensándolo en distintas etapas. Planificamos los entrenamientos pensando en los distintos niveles”, describe Antuña. Junto a el trabajan los profesores Enio Cordenos y Gabriel Arenas y las estudiantes avanzadas del profesorado de Educación Física Sofía Acevedo, Dulce Inostroza y Constanza Cavaignac.   

“La idea es que el proyecto siga creciendo. Es un espacio que le queremos brindar a todos aquellos que tengan ganas de acercarse al hockey. Se van a encontrar con un grupo de gente que siempre tira para adelante”, remarca Antuña y renueva la invitación para quienes quieran sumarse a una disciplina que crece cada vez más.

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