La historia dentro de la historia

Un influencer y un lanzador de bala participaron de una cruzada solidaria que se convirtió en otra anécdota dentro del largo recorrido de marchas y contramarchas del deporte argentino

Los historiadores suelen remarcar que no se pueden pensar los hechos como cuestiones aisladas. El transcurrir de la vida en el planeta tierra es, justamente, un proceso. Detrás de los acontecimientos hay fenómenos complejos con sus causas y sus consecuencias.

El atletismo argentino se volvió trending topic gracias a Santiago Maratea y su colecta. El influencer, en una muestra de lo que son los tiempos actuales, movilizó a sus followers (seguidores, para aquellos no acostumbrados a las redes sociales) para conseguir el dinero necesario para que la delegación completa del equipo argentino pueda viajar a Guayaquil para disputar el Sudamericano a partir de mañana.

“Amo lo tarde que llegan los militantes de la grieta a tirar su mierda, amores, ya planteamos el problema, lo abarcamos, lo solucionamos y llegan recién ahora con tonos soberbios a plantear que hacemos las cosas mal? Jajajaja son como tierno no sé, hablen menos y hagan algo”, publicó en sus redes sociales Maratea un día después de conseguir le vuelo charter y el dinero para que los atletas puedan viajar. Fue una respuesta al tole tole que se armó entre trolls y no trolls, kirchneristas, antikirchneristas, macristas, antimacristas y otros “istas”. Todos se disparaban “tirándose el muerto” sobre el motivo por el cual el influencer tuvo que salir a recolectar dinero. Esto fue así, porque ninguna de las entidades estatales pudo resolver el problema.

Resulta imposible pensar que la grieta (o las grietas) no se metieran con el tema, porque ellas han estado siempre dentro de la historia del deporte argentino, de la cual este acontecimiento forma parte. El deporte siempre fue una de las aristas en las que no hubo ni acuerdos ni planificación.

La historia corta tiene solo unos meses. Todo comenzó cuando el gobierno nacional le bajó el pulgar al Cenard, como sede del Sudamericano. El crecimiento de la curva de contagios hizo que no estuvieran dadas las garantías para hacer el evento.

La nueva sede elegida fue Guayaquil. Esto generó muchas complicaciones para los atletas argentinos. Ahora, los 52 que integraban la delegación debían conseguir recursos para viajar hacia Ecuador. Allí empezó un ida y vuelta entre la Confederación de Atletismo, la Secretaria de Deportes de la Nación y el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard).

La Secretaría de Deportes derivó en el Enard la tarea de conseguir que la delegación partiera. El ente que dirige Gerardo Wertheim contestó que no iba a disponer de un charter, porque no era su política. Siempre se viajó en vuelos de línea y esta no iba a ser la excepción. El problema es que con el coronavirus azotando, no son muchos las posibilidades. No andan dando vueltas muchos aviones. Así que resolvió reducir la nómina a sólo 17.

En ese momento aparece en la historia Ignacio Carballo. El lanzador de bala representante de Deportes Río Cuarto, que estaba entre los habilitados por él Enard para viajar, se comunicó con Maratea, conocido por realizar acciones solidarias a través de las redes. El influencer hizo lo suyo y los 52 atletas podrán viajar.

La historia más larga es la de cómo una gran idea como la del Enard se estropeó por razones políticas. Una herramienta que brindó cierta tranquilidad a los deportistas argentinos hoy ya no funciona.

El Enard nació a partir de la sanción de la Ley Nº 26.573, el 2 de diciembre de 2009. Sus actividades y acciones se financiaban, según el inciso A del artículo 39 de la Ley, “con el producto de un cargo del 1% aplicado sobre el precio del abono que las empresas de telefonía celular facturen a sus clientes, neto de IVA”.

Entre el 12 de marzo de 2010, cuando empezó a funcionar y marzo del 2018 recaudó una cifra aproximada de $2.500 millones. Esa cifra fue directamente al deporte nacional. Había cosas para mejorar, pero definitivamente se estaba mejor que antes.

En noviembre de 2017, el en ese entonces presidente, Mauricio Macri, decidió dar de baja el cargo del 1%. El Enard perdió parte de su autonomía, tanto política como presupuestaria. Pasó a depender directamente de la Secretaría de Deportes. Esta dependencia del estado fue reduciendo año a año su presupuesto durante el gobierno de Cambiemos hasta degradarse a ser una Agencia. Resulta curioso que un gobierno que quería que hubiera más iniciativa privada que pública, haya decidido que un ente semiprivado volviera al estado. 

Cambiemos nunca expresó claramente las razones que tuvo para desfinanciar el Enard. El ajuste seguramente fue una de ellas. Pero también debe haber influido que el proyecto nació bajo el gobierno kirchnerista. Hay en la política argentina la idea de destruir todo lo que hizo el anterior. Nunca se construye sobre lo bueno que hizo el estuvo antes. No importa si era algo bueno. No se lo perfecciona, se lo abandona o se lo estropea.

La acción de Cambiemos fue similar a otras en la historia del país. La más elocuente fue cuando la Revolución Libertadora hizo pedazos la política deportiva del peronismo. En vez de corregir cuestiones arbitrarias que tenía esa planificación, la destruyó y persiguió a una formidable camada de atletas argentinos (entre ellos a los campeones del mundo de Básquet de 1950).

El relato reciente detrás de lo sucedido con Maratea es que las actuales autoridades deportivas no cumplieron con su rol. La película completa marca que la iniciativa de Carballo para con sus compañeros y la solidaridad del influencer y los suyos, son un capítulo más dentro de la contradictoria y desorganizada historia del deporte argentino.

Del Autor

*Para aquellos que quieran saber más sobre lo que ocurrió con el Enard desde su fundación, se recomienda bucear en la web para recuperar las notas del ya fallecido periodista deportivo Ernesto Rodríguez III.