En la segunda entrega de Ser DT dialogamos con el riocuartense, head coach del Programa de Desarrollo de la Asociación Argentina de Golf. Proveniente de una familia de profesores, hizo de la enseñanza del deporte una carrera. “Hay cosas que ya no se adivinan, hoy se saben”, remarca sobre la actualidad del trabajo del entrenador
Juan Ignacio Gil (39) dejó de jugar al golf hace poco más de una década debido a un problema de salud. A partir de allí, comenzó una carrera de entrenador en el Río Cuarto Golf Club que lo llevó a ser hoy el director del Programa de Desarrollo de la Asociación Argentina de Golf. En la segunda entrega de Ser DT, dialogamos con él sobre la actualidad de la profesión.
“Vengo de una familia de docentes y eso probablemente contribuyó a que siempre me gustara enseñar”, cuenta respecto del origen de su vocación el riocuartense. Cuenta que incluso siendo jugador ya le llamaba la atención ver jugar a los más chicos y querer darles consejos.
“Hay a cosas que ya no se adivinan, hoy se saben”, comenta el riocuartense respecto de su tarea como entrenador y formador. Remarca que los avances tecnológicos han cambiado mucho la manera de trabajar. La información disponible es mucha y no hay tanto lugar para el instinto. Para Gil, uno de los nuevos desafíos de la profesión es saber cómo procesar esa información y hacérsela llegar de la mejor manera al jugador.
En ese contexto, el riocuartense sostiene que las capacidades innatas siguen estando presentes, pero que la práctica gana cada vez más lugar. “Hoy el trabajo le gana al talento sin trabajo”, remarca.
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