Paso firme en el campo de juego y en la historia

Pilar Agote

Estudiante

El arbitraje femenino empieza a abrirse paso en el mundo del fútbol

Acuerparse como método, como táctica, como resistencia al ataque despiadado de un rival que juega hace mil siglos. La desigualdad de género entre el fútbol femenino y masculino sigue existiendo (aunque cada vez un poco menos). Esto también se ve plasmado en el arbitraje. Cómo en todos los ámbitos, el género no es indicativo de que alguien sea bueno o malo a la hora de realizar una tarea. Arbitrar y tomar decisiones en cuanto al desarrollo del juego, no debería ser un ámbito solo masculino.

Las árbitras asistentes argentinas, Mariana De Almeida y Daiana Milone entraron en los libros de historia como las dos primeras mujeres en actuar como juezas de línea en la máxima competición continental, la Copa Libertadores. 

Cronológicamente hablando, De Almeida fue la primera en salir a la cancha. Le toco ver acción el jueves 17 de Septiembre en el partido disputado entre Racing y Nacional de Uruguay. Dos horas más tarde fue el momento de Milone, en el duelo disputado entre Defensa y Justicia y  Delfín de Ecuador, en Florencio Varela.

 

En el mundo hay 80.545 árbitras. Un 10% del total de colegiados (hombres y mujeres), según un estudio publicado en 2019 por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).

 

A nivel mundial, Estados Unidos, Canadá y Australia encabezan la lista de países que también han apostado fuerte por el deporte femenino y, más concretamente, por el mundo del arbitraje. La francesa Stephanie Frappart fue en 2019 la primera mujer en arbitrar una final masculina de la Supercopa de Europa, entre el Liverpool y el Chelsea.

 

Florencia Romano fue la precursora del arbitraje femenino en la Argentina. Luchó como ninguna para tener un lugar en una AFA conservadora y machista que le cerraba las puertas y logró ser la primera mujer en dirigir un partido de hombres en el país hace 22 años. Denunció a Julio Grondona por discriminación de género. “No es sensato que una mujer dirija entre hombres”, dijo el fallecido presidente de la entidad en aquella oportunidad, en un contexto aún más desigual que el actual.

 

Romano cobró $47 en el primer partido como profesional de su carrera el 4 de Abril de 1998. Fue todo un logro y un día histórico para las mujeres argentinas. Aquella tarde, Romano abrió una puerta y empezó a allanar el camino para muchas mujeres que hoy empiezan a hacer carrera en el ámbito del fútbol.

 

El arbitraje sigue siendo un lugar de mucha desigualdad. Pero el debut de las líneas argentinas en la Copa Libertadores significa un paso firme hacia adelante. Con el correr del tiempo, se observan cambios en el pensamiento de muchas personas en cuanto a estas discriminaciones en el campo de juego. Aún así, falta mucho camino por recorrer y la representación femenina en el arbitraje continúa siendo muy baja respecto a la masculina.

 

 

Pilar Agote

 Foto: Mariana De Almeida fue jueza de línea en el duelo entre Racing y Nacional de Uruguay. Agencia NA.