
El faro de Los Teros
Juventud Unida se quedó con el título del Clausura 2018 con Leandro Martínez como su gran referente
Conseguir que un equipo tenga identidad es una de los objetivos por el que muchos entrenadores se rebanan los sesos. Es una meta que va más allá del resultado. Un cuadro que no la posea puede ganar uno o dos partidos, pero en general, se termina cayendo. Aquellos que la tienen suelen alcanzar más regularidad y concretan proyectos a largo plazo.
Los caminos hacia la identidad son varios. A veces lleva tiempo y en otras ocasiones la química entre las partes se produce de manera instantánea. En el caso del Juventud Unida campeón del Apertura 2018, la llave para conseguirla fue un centrodelantero venido de Alumni de Villa María. Leandro Martínez se convirtió en la clave para que ese equipo llegar al campeonato.
Además de ser el goleador del equipo y el campeonato con 12 tantos, el Flaco se convirtió en el eje del equipo. Sus movimientos ponían en marcha el engranaje del equipo. Martínez era el punto de referencia de los dirigidos por Jorge Grassi.
El conjunto se organizaba a través de su posición. Si la pelota venía por arriba, el flaco aprovechaba su buen juego aéreo para bajarle la pelota a sus compañeros. Si el esférico iba por abajo, se retrasaba para pivotear de espalda ante la dureza de los centrales rivales. Así se iniciaban la mayoría de las jugadas de ataque de ese equipo. Después de participar en el comienzo, como buen goleador, se mandaba al área para definir.
Martínez era un faro que permitía la circulación de sus compañeros y les brindaba seguridad a la hora de encontrar un destino para el balón. A su alrededor, cual barcos, pululaban un grupo de jugadores que tenían muy clara su función dentro del esquema.
El dibujo 4-5-1 que utilizaba Jorga Grassi funcionó en ese certamen como un reloj. Más allá de los goles de Martínez, tuvo una solidez defensiva que fue clave en las fechas finales. El arquero era el experimentado José Mancinelli, siempre seguro abajo de los tres palos. En la defensa destacaba la calva cabeza de Germán Rivera, tiempista para el quite y con el porte de los centrales de antes para jugar. Salía siempre con la espalda derecha y la cabeza levantada.
En el medio, Lisandro Arce y Emanuel Campo eran los encargados de recuperar. Recorrían el medio campo como dos péndulos y controlaban todo el tráfico por esa zona. Un poco más adelante se paraba Mateo Martinelli. Era el distribuidor de las pelotas que recuperaban Arce y Campo y se asociaba con Martínez cuando este se tiraba atrás. Las bandas se las repartían Bruno Titarelli y Jeremías Flordelmundo.
El título lo peleó con Acción Juvenil de General Deheza y Toro de Coronel Moldes. Una derrota con el Azulgrana en la fecha 13, pareció haberlo dejado fuera de carrera, pero los dirigidos por Jorge Grassi hilvanaron cuatro triunfos al hilo y aprovecharon la igualdad entre sus dos rivales directos, para quedarse con el título en la última fecha. La consagración fue ante Atlético Adelia María en Los Teros, con un triunfo por 2 a 0 con dos goles de Martínez.
La síntesis de la consagración:
Juventud Unida: José Mancinelli; Federico Saporitti, Leonel Formaggioni, Germán Rivera y Héctor Romero; Lisandro Arce y Emanuel Campo (Patricio Cabral); Bruno Titarelli (Sebastián Bobillo), Mateo Martinelli (Nicolás Rucci), Jeremías Flordelmundo y Leandro Martínez. DT: Jorge Grassi.
Atlético Adelia María: Facundo Villegas; Fernando Díaz, Maximiliano Carrizo, Bruno Mattana y Ángel Sombra (Leonardo Pozzini); Luis Pérez Araya, Nicolás Marclé y Pablo Bosco (Bruno Giacomelli); Martín Dopazo; Brian Domínguez y Germán Gigena. DT: Carlos Morales.
Goles: en el segundo tiempo, 9m y 44m Leandro Martínez.
Árbitro: Federico Drubi
Estadio: Los Teros