Todos los rivales son difíciles

No importa contra quien se juegue, siempre hay que decir que es el más complicado

Cuántas veces se escuchó al DT del Real Madrid o el Barcelona decir la frase todos los equipos son difíciles, para referirse a un conjunto que viene debajo de mitad de tabla en la liga y seguramente se llevara una goleada dantesca. Esta debe ser la frase más hecha que hay en el mundo de la pelota. Es la típica proposición de “casette” que escucharemos una y otra vez en distintas situaciones. Pero ¿De dónde nace? ¿Es falsa modestia o respeto por el otro?
La frase otorga la posibilidad de adecuarse a muchos contextos. Por ejemplo, como ya se mencionó, puede ser utilizada para referirnos a un equipo al cual se sabe se va a destrozar, pero por respeto deportivo se elige hablar de sus virtudes. Los otros momentos en los que se le echa mano son un poco menos loables que la buena conducta competitiva.
Uno de ellas, es ponerse bajo el amparo de la imprevisibilidad que tiene el fútbol para decir que cualquiera le puede ganar a cualquiera. De esta manera, un equipo puntero, se pone a resguardo de sufrir una derrota sorpresiva. Si bien en el fútbol suceden cosas impensadas, hay veces que la lógica se impone con crudeza y en algunos casos las falencias de los equipos favoritos son las que permiten que el débil gane. Así, se utiliza la frase para ensalzar (o inventar) aspectos positivos que el rival no tiene.
Otra forma de utilizar esta idea es la de sacarse presión. El equipo que llega como favorito siempre tiene sobre sus hombros la obligación de ganar. Esto suele ser un problema para aquellos conjuntos a los que la necesidad de obtener resultados los complica. Entonces, se dice que el otro equipo, aunque sea una tropa de muebles rústicos, es un antagonista complejo.
En definitiva, se trata de la mentira piadosa del fútbol. Es decirle a un amigo que el nuevo corte de pelo que se hizo le queda bien, cuando en realidad parece que el peluquero se desquitó con su cabello luego de un mal día. Es una afirmación que permite esquivar situaciones complicadas, quedando bien con uno mismo y haciendo sentir mejor a los demás. El acertijo difícil de responder es si se trata de hipocresía pura o de un acto de respeto. Lo que sí es cierto es que cuando algún protagonista se sale de esta regla, es duramente castigado por su falta de humildad. Es una cuestión política. No se puede andar diciendo por ahí que uno es mejor que el otro, aunque esto sea cierto.
Humildad sincera o falsa modestia (que hay quienes dicen es prima hermana de la soberbia), los protagonistas suelen respetar la regla. Todos los rivales son difíciles, no importa contra quien se juegue.