De Avellaneda a la TV

Hoy nos metemos con una de las frases más actuales dentro de la Deporpedia, el “paso a paso” de Mostaza

En general, los sentencias que integran la Deporpedia no suelen ser actuales. Es decir, una premisa tarda un buen tiempo en ingresar a la “enciclopedia” de las frases hechas del deporte. Debe ser probada en varias ocasiones hasta quedar grabadas en esa suerte de memoria colectiva. Hay algunas que no cumplen con ese precepto. Una de ellas es el “Paso a paso”, que acaba de cumplir 20 años. Si bien dos décadas es mucho tiempo, comparativamente, en la historia del deporte, son muy pocos años.

Son varias las especulaciones que se pueden tejer sobre los motivos que le permitieron a esta frase quedar grabada en la memoria de los futboleros. Una de ellas fue que quedó ligada a un campeonato. Nada ayuda más a una frase a quedar en la historia que el estar asociada al triunfo. La victoria siempre es un aval crucial. Por mucho que suene mal, son pocas las ideas que en el deporte perduran sin haber estado relacionadas con el “éxito”.

El condimento adicional de esta frase, es que no se trata de un título cualquiera. La premisa fue la insignia que guio a un equipo a ser campeón después de 35 años. Eso la hace poseedora de un matiz casi mítico, sólo que, a diferencia de otros dichos de este tipo, aquí hay pruebas concretas de que la frase existió. Fue pronunciada 31 de agosto del 2001 y ante las cámaras de TV.

El equipo en cuestión es Racing. Uno de los clubes que más simpatía despierta por estas tierras, por diversos motivos. Fue el equipo que cortó la hegemonía inglesa en el fútbol argentino, cuando ganó el título de 1913 con un plantel sin apellidos anglosajones. Para los eruditos esa conquista fue la segunda fundación del Fútbol Argentino, la fundación “criolla”. Además, fue el primer campeón del mundo argentino (venció en la Intercontinental a Celtic de Escocia en 1967), en épocas en que el nacionalismo era más importante que las rivalidades. Roberto Fontanarrosa (hincha de Central) sostenía que eran pocos los que no gritaron el gol de Juan Carlos “el chango” Cárdenas en el duelo decisivo en Montevideo. A esa gran década de 1960, en la cual cosechó halagos por su gran estilo, le siguieron 35 años de malaria, que incluyeron dos años en la Primera B y la quiebra del club. Para ese 2001, la Academia resultaba simpática por la resistencia estoica de sus hinchas. Sólo los simpatizantes de Independiente -por obvias razones- y los de River, que quedaron segundos en la disputa, no sonrieron cuando el 27 de diciembre de ese año, los de Avellaneda pegaron el grito.

Ese Racing despertaba una particular simpatía. Su plantel era una especie de Armada Brancaleone conformada para no irse a la B, con jugadores más preparados para el hacha y tiza. Allí estaban hombres que venían de pelear por no descender como Francisco “panchito” Maciel, Martín “pelotín” Vittali y José “pepe” Chatruc; otros que volvieron al país tras no  hacer pie en el exterior como Leonardo Torres y Gustavo Barros Schelotto; pibes surgidos del club como Adrián “polaco” Bastía, Carlos “chiche” Arano y Diego Milito (en ese momento algo resistido por los hinchas de la “acadé”); dos colombianos poco conocidos, Alexander Viveros y Gerardo Bedoya; dos jugadores medianamente destacados llegados de Rosario Central, Gabriel Loeschbor y el “rafa” Maceratesi; un petiso pícaro amado y odiado por igual, Maximiliano “chanchi” Estévez y un histórico del club, que había campeado los temporales de la traumática década de 1990, Claudio “sifón” Úbeda. Los apodos también sirven para dar cuenta de que clase de plantel se trataba.

El Vittorio Gassman (o Brancaleone da Norcia) de esta armada fue quién pronunció la famosa frase. Reynaldo Carlos Merlo fue el DT que llevó a ese plantel al título y quién, en la cuarta fecha de ese torneo, tras un triunfo ante Newell´s dijo por primera vez el famoso: “paso a paso”. Apodado Mostaza, por ese llamativo color dorado de su cabellera (que se mantuvo durante décadas gracias a las varias capas de tintura), Merlo compuso uno de los mediocampos históricos de River junto a Juan José López y Norberto Alonso. Era el que cumplía el rol de correr, mientras los demás jugaban. Su Racing, ese Racing fue fiel a su manera de jugar. Personaje de la banda del Coco Basile y como tal, dueño de un talento eficaz para arrojar frases perdurables, el entrenador de la Academia tomó como muletilla el responder con el “paso a paso” cada vez que le preguntaban si el equipo estaba para campeón.

Entre los motivos que hicieron prender la frase está el contexto en el que ese Racing salió campeón. Fue en el medio de una de las peores crisis sociales, políticas y económicas del país. Estado de sitio, represión, muertes en las calles, cinco presidentes y el famoso “que se vayan todos”, convivieron con ese título de Racing. La definición del campeonato se pospuso a causa de ese clima turbulento.

El “paso a paso” de Mostaza se convirtió en una frase de cassette utilizada muy a menudo por los DT cuando su equipo se empieza a perfilar para conseguir un título. Por un lado, permite sacarse presión hacia afuera. Que sean otros los que pongan rótulos, no los propios integrantes del plantel, que deben mantener el perfil bajo. También es una actitud de resguardo por si el equipo se termina cayendo y no consigue la corona. Hacia adentro, permite mantener enfocados a los jugadores. Si bien es imposible hacer que no aparezcan las ilusiones, el entrenador intenta que su equipo no se acelere y vaya más allá del presente. En definitiva, “paso a paso” quiere decir, “vamos partido a partido, sin volvernos locos”.

Su eficacia es relativa, sobre todo porque está demasiado ligada al éxito resultadista. Como a Mostaza le sirvió, cada vez que se escucha el “paso a paso”, los hinchas se ilusionan con un título y la cosa no siempre termina así.

La historia dice que un día, a poco del final del torneo, Mostaza se calentó por que a Racing le anularon mal dos goles en un 0 a 0 con Banfield en cancha de Huracán y dio por finalizada la etapa del “paso a paso”. “Ahora me enojé, vamos a salir campeones”, le dijo a Titi Fernández antes de dejar el campo de juego. Más allá de ese arrebato final, la frase quedó grabada a fuego. De hecho, al año siguiente comenzó un programa que sería una bisagra a la hora de presentar los resúmenes de los partidos, que lleva casi 20 años al aire, cuyo nombre es esa justamente “paso a paso”.

 

Del Autor