Chaca, el Turco y el Coco

El origen de una frase bien porteña, pero con un recuerdo riocuartense

En plena preparación de cara a la Primera Nacional, Estudiantes viajó a Buenos Aires a enfrentar a Chacarita. Al hablar del club de San Martín, es difícil no acordarse de Osvaldo Wehbe. El Turco lo traía seguido a las charlas, sobre todo cuando contaba las aventuras de su amigo, Jorge “Coco” Baudino, uno de los pocos hinchas riocuartenses del Funebrero y uno de los técnicos más conocidos de la Liga de Profesionales, ese que se juega todos los sábados, aunque diluvie o haga un calor que raja la tierra.

En su libro “No te vayas campeón”, Roberto Fontanarrosa señala que para él, la camiseta de Chacarita era de las más lindas del fútbol argentino, obviamente después de la de su querido Rosario Central. “La de Chacarita tiene, si se quiere, un toque de sofisticación, de ingenio. Y yo creo que ese toque reside en esa línea finita, blanca, que se ha colocado entre las rojas y las negras, más anchas y prepotentes”, explica el escritor rosarino. El origen de esos colores tiene varias versiones. Incluso una de ellas lo relaciona con la tradicional firma Gath & Chaves, donde trabajaban varios de sus fundadores. Pero la versión oficial es que la elección se debe a al contexto en el que nació la institución.

Chacarita nació en 1906, en el barrio del mismo nombre y cerca del cementerio del Oeste (también conocido como de la Chacarita), el más grande de la capital federal. De allí, surge el negro y su apodo de Funebrero, en una metáfora algo macabra. Fue fundado por laburantes en un Centro Socialista, de ahí el rojo, que vendría a simbolizar -según la versión oficial- a la sangre del pueblo. El blanco tendría que ver con la pureza de las ilusiones de las clases obreras. Vale aclarar que estos no fueron los colores originales, sino que hubo en el inicio una camiseta celeste y blanca.

Más allá de la camiseta, hay algo en la pronunciación de su nombre que llama la atención. Chacarita o su diminutivo “Chaca”, tiene un color particular a la hora de escucharlo en un relato radial. La fuerza de la “ch”, la acentuación grave en la “i” y el largo de la palabra, que permite ir silaba por silaba, casi cantándolo, contribuyen a esa impresión. Incluso, algunos libros de primer grado, esos que se utilizan para enseñar a separar las palabras, suelen usar el vocablo como ejemplo. La palabra derivaría “Chacra chica” o del americanismo “Chácara”.

Su relación con lo popular es conocida. Tiene una de las hinchadas mas seguidoras y está enclavado -después de su mudanza obligada en 1945- en el partido de San Martín, uno de los más populosos de la zona metropolitana. Además, su nombre está incluido en uno de los dichos más repetidos de la historia argentina. Quien no le ha dicho a alguna persona que peca de engreída o exagera sus logros, “Se agrandó Chacarita”.

Justamente esa frase es la que utiliza Fontanarrosa para encabezar el artículo antes mencionado sobre el Chacarita campeón del Metropolitano de 1969. Con el tiempo, se pensó que la frase se originó en ese título del Funebrero, pero esta es un poco más antigua. Hace unos días atrás, la periodista de TyC Sports Bianca Soifer publicó un artículo contando la historia del dicho.

Como tantas veces pasa, fue la imaginación de un periodista, buscando vender una noticia a través de su título, la que generó el nacimiento de la frase. En el año 1948, Chacarita goleó a Boca en San Martín por 5 a 1, en un partido que tuvo de todo (dos penales errados para el Xeneize y Chaca jugando los últimos minutos con dos menos por la lesión de su arquero y una expulsión). En esa época, La Nación tenía una publicación que se llamaba Noticias Gráficas y en su redacción, se discutía sobre que título poner. Según se recuerda, un periodista dijo algo así como: “Tenemos dos títulos, pero no nos sirven porque se agrandó Chacarita”. Juan Galli, Jefe de Deportes de la publicación, escuchó esa última frase y al estilo de Arquímedes cuando dijo Eureka en la bañera, sentenció: “Ese es el título: Se agrando Chacarita”.

Una vez impresa, el dicho se insertó en el imaginario popular más rápido que el “se le escapó la tortuga” de Maradona o el “paso a paso” de Mostaza.

Con el paso del tiempo, Chacarita se fue convirtiendo cada vez más en un club del ascenso. En los últimos años pisó poco la primera división. Además, se hizo más conocido por los delitos de su barrabrava y su relación con el sindicalista Luis Barrionuevo, que fue su presidente.

De todas maneras, Chacarita siempre seguirá llamando la atención. Ya sea por su camiseta tan original, por la particular pronunciación de su nombre o por el recuerdo del Turco Wehbe contando las anécdotas del Coco y recordando a aquel equipo del ´69, con Frassoldati, Recúpero y compañía.

 

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