
De Rocuzzo a Gonchareva pasando por el Beach Handball. El sexismo en el deporte, colas y bikinis si, slips no
#La8derusia fue uno de los trendings topics en Argentina el lunes por la noche. Mientras esa selección europea vencía a Las Panteras en la segunda jornada del vóley femenino en los Juegos Olímpicos de Tokio, la atención argentina se posó en la atacante número 8 del equipo que vestía de rojo. Eso sí, no fue por los 13 puntos que marcó la opuesta. Lo que les llamó la atención fue su belleza.
“La 8 de Rusia”, como se la llamó en las redes sociales, se llama Nataliya Olegovna Goncharova. Tiene 32 años y es una de las mejores jugadoras de vóley de la actualidad. Fue nombrada cinco veces como la mejor jugadora de la liga de su país y campeona del mundo en 2010 con su selección. Pero esa información, es sólo cáscara para quienes la convirtieron en trending topic. Lo que les importó fue su aspecto físico.
El deporte exuda machismo por todos lados, desde su origen. El sexismo es una de sus variantes. Es eso que hace que se naturalice que una atleta importe más por sus cualidades estéticas, que por sus capacidades deportivas. Es eso que hace que Goncharova deje de ser Goncharova y pase a ser “la 8 de Rusia”.
Esas mismas redes, se “revolucionaron” días atrás cuando Lionel Messi subió un vídeo a las redes, en el que se veía a su compañera haciendo gimnasia. La reacción de los seguidores del rosarino fue inmediata. Estos no tardaron en hacer notar los atributos físicos de Antonella Rocuzzo. “Hasta en estas cosas nos das alegrías Lionel”, rezaba uno de los tantos comentarios.
No fueron sólo las cuentas de particulares las que convirtieron a Goncharova o Rocuzzo en trending topics, también lo hicieron las de los tradicionales medios de comunicación. Una investigación presentada por la Universidad de Vigo, España, publicado el año pasado en la revista Feminist Media Studies, analizó la presencia del deporte femenino en las redes sociales de los medios más importantes de España. Las principales conclusiones de este artículo fueron que solo el 1,6% de los tuits publicados mencionan a alguna mujer deportista o equipo femenino. Este porcentaje es inferior aún en los diarios deportivos (1,29%), mientras que aumenta ligeramente en los diarios de información general (3,15%). Más acá en el tiempo, el periodista español Miguel Ángel Jimeno presentó un análisis de las publicaciones web de los principales diarios deportivos del mundo realizado entre el 1 y el 15 de febrero de 2021. “Porquería machista”, definió a lo que se encontró allí.
El Observatorio de Género de los Juegos Olímpicos 2016 realizó una investigación para identificar cómo los medios latinoamericanos representan a las mujeres con relación al evento deportivo más grande del mundo. El estudio identificó que las atletas mujeres son mucho más propensas a recibir tratamientos sexualizados por los medios latinoamericanos y que los atletas varones siguen recibiendo más destaque en la cobertura durante los JJOO, dominando las portadas y las primeras páginas de los diarios y siendo mucho más mencionadas por sus nombres en los titulares de las noticias. El 70% de las noticias referidas a la apariencia (belleza, sensualidad y apariencia) fueron protagonizadas por mujeres.
El caso Goncharova, se superpone con lo ocurrido esta semana con el equipo femenino de beach handball de Noruega. Las jugadoras decidieron desafiar el reglamento de vestimenta y salieron a jugar un partido con shorts en vez del bikini obligatorio, por considerar que es una “prenda anticuada que sexualiza a las deportistas y resulta poco práctica para el juego”.
La respuesta de la Federación Europea de Handball fue multarlas con 1.500 euros. El estallido mediático de la situación generó que la cantante Pink se ofreciera a pagar la multa. El incidente trajo a la memoria lo ocurrido con la tenista francesa Alice Cornet, quién fue sancionada por cambiarse la camiseta (estaba al revés) en un encuentro o lo que le sucedió a Serena Williams, cuando fue apercibida por utilizar un traje enterizo en Roland Garros, luego de ser madre.
Los códigos de vestimenta de los deportes fueron pensados por hombres, sin consultar a las atletas. En general, o son incómodos o plantean a la mujer desde la perspectiva del objeto sexual (a veces, suceden ambas cosas).
A la acción de la selección noruega de beach handball, se sumó el equipo de gimnasia artística femenino alemán. Por votación, decidieron utilizar trajes enterizos, “cansadas de la sexualización” de las imágenes de las competidoras. “Queríamos demostrar que cada mujer debe decidir qué ropa llevar”, dijo la tres veces olímpica Elisabeth Seitz.
El mensaje de noruegas y alemanas pone sobre la mesa un tema del que el deporte nunca habló ni habla demasiado. Tal vez porque nunca ninguno de los hombres que integran las esferas de poder se preguntó, como sería jugar al fútbol solo con un slip apretado.
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